En estos días ya se empieza a sentir la primavera por aquí. El sol luce, la gente sale a la calle dando igual que sea lunes o viernes, disfrutando de este corto espacio de tiempo al que se ha quedado reducida la primavera (aunque todavía sea invierno). A mí se me apetece colorido, vivos tonos que alimenten mi hambre de brillo y como el sentido del gusto también entra por los ojos, aquí tienes una branding session de restaurantes policromáticos, ¡a comer!
El Luminoso Bar
Ya el nombre me parece bueno, es positivo, brilla por sí mismo. Los creadores de son y ambos de la ciudad de Buenos Aires y es en el corazón de esta gran urbe se ubica este restaurante tan especial. El trabajo comprede la gráfica para la decoración del local, menú, packaging, sitio web y redes sociales, lo que viene a ser un completo.
Cromáticamente admite cualquier color luminoso y brillante, aunque el verdadero color de la marca es el amarillo, no podía ser de otra manera. Tipografías gruesas con falsos relieves, siempre en mayúsculas, acompañadas de imágenes pop, divertidas y algo gamberras. Un espacio joven y dinámico.
Hula
es un restaurante fresco y tropical situado en San Pedro Garza Garcia en Mexico. El ambiente, el colorido, los colores degradados, recuerdan a las puestas de sol hawaianas. Los autores de este bonito proyecto, de Monterrey, han creado una iconografía abstracta que recuerda a la naturaleza y las olas del mar. Para la imagen de marca han tirado de la gráfica propia de los viejos hoteles de California, allá por los años 50 o 60, con lo de moda que está lo vintage, el Hula está a la última, fresco y moderno a la vez.
Walter´s Bistro
más que un restaurante es un take away y está situado en Praga. Los propietarios pidieron al diseñador que se trabajara desde el naming hasta el diseño de marca para su nuevo Bistro. El nombre elegido fue Walter´s, ya que por la zona donde está situado el local tuvo Josef Walter, inventor e ingeniero de transportes, una fábrica a principios del s.XX. Petr diseñó la tipografía y toda una iconografía que cuenta una historia ficticia de este señor que sí que existió. Cada caja que entrega el mensajero en su scooter es única gracias a estos stickers basados en su vida que crean una identidad visual muy dinámica y divertida.